TIEMPO

 



No tengo muy claro por qué me detengo en esta ventana de paisaje blanco. No tengo intención de hacer alquimia con las letras. Hoy no quiero decir nada. Hoy no es día de hablar a través de las palabras. Preferiría que desaparecieran, intuyo que por eso las escribo, como única premisa para borrarlas.
Es martes, 19 de septiembre. Detalle sin importancia si no fuera porque ando despreciándolo, desperdigando el día por las ventanas de un sistema operativo.
Abro, cierro, me asomo, lanzo el tiempo que me sobra para perderlo de vista. Lo mato porque camina lento. No le tengo piedad porque trae las manos vacías.
Llevo observándolo un buen rato. Lo hago de reojo, disimulando, pero sé que lo sabe. El siempre mira fijamente y te aguanta el envite si osas retarlo. Nunca me atrevo, el único riesgo lo asume mi curiosidad. Cuando se topa con ella da un paso atrás. El mismo juego toda la mañana. Decido ofenderle a pedradas de indiferencia. Me humilla a carcajadas de tentación. Soy débil, caigo, me siento a esperarlo.
Ver pasar el tiempo es una droga dura con sus efectos alucinógenos. Una pequeña dosis y me evado de la realidad. Me recrea el pensamiento con preguntas que contemplo no como algo subjetivo, no como cosa intangible. Noto sus cuerpos, distingo sus volúmenes, me manchan sus colores. No nacen para mis oídos, el tiempo se las regala a mis ojos.
Una de ellas es asidua al espectáculo de mis incertidumbres. La primera, la que dirige el desfile. No podría asegurarlo, nada en su aspecto la hace diferente a las demás pero la reconozco esencial.
¿Por qué un concepto inventado define mis actuaciones?
El tiempo.
Droga que cierra el círculo de mis ideas. Es pregunta y respuesta de si mismo. Y yo observándolo. Notándolo avanzar mientras escupo alucinaciones que quedan entre los dientes.
Tengo que desintoxicarme de tiempo perdido. Debería hasta dejar de nombrarlo. Norma de estética para mi filosofía.
Perdono al que vino vestido de segundos anteriores. No le haré recuerdo que es hacerlo eterno. Le daré una edad, la que duré este paisaje cada vez menos blanco y más tiempo aprovechado.
Sobra el escepticismo. Acabo de encontrar respuesta a la pregunta abonada a mi duda existencial. Se la he robado al aburrimiento.
Ahora lo sé. Todo es concepto.
¡ Bajo ninguno olvidaré este alivio!

4 comentarios:

h dijo...

Te he dicho cienes y cienes de veces que no te quedes fija mirando el log de windows que ya sabemos que es nocivo para la salud ¿vistes lo que te pasó? aaaaaaaaaaaaaaaains

hache dijo...

Tengo que hacer algo con esta ventanita tan pequeña y con la letra de los comentarios... nunca te he visto hablar tan bajito.

Anda, que menudo entretenimiento tonto me he buscado!!!

hache dijo...

Y ahora porque no salen nuestras fotitos?

h dijo...

si salen